viernes, 3 de septiembre de 2010

Coeducación: la asignatura pendiente

La falta de toma de conciencia entre la población adulta hace que se reproduzcan los roles sexistas entre las nuevas generaciones a pesar de los esfuerzos.

Numerosos niños y niñas comienzan este mes su formación académica. En los próximos años aprenderán a leer, a escribir, a sumar y a restar. Acumularán conocimientos que determinarán en gran medida su futuro papel como miembro de la ciudadanía.

Entre el alumnado de 3 años, no se suele dar apenas distinción de género, y que niños y niñas comparten el espacio y el juego sin ser muy conscientes de su condición sexual y sin darle importancia.
Sin embargo, ya entre el alumnado de 5 años, es necesario intervenir para que los grupos de juego sean mixtos, porque espontáneamente tienden a reunirse los niños por un lado y las niñas por otro.
En el inicio de la adolescencia se repiten las dificultades, sobretodo entre ellas. “Intentan asumir parte del rol masculino, pero no les convence”. Responde más a la presión recibida que a una iniciativa natural.

En el origen de esta conducta están las propias familias. Antes de nacer, ya estamos condicionados, porque en el mismo momento en que el padre y la madre conocen el sexo de su futuro bebé se generan una serie de expectativas.

El personal educativo también va a tener un papel decisivo en la formación de la identidad de género, muchas veces sin ni siquiera darse cuenta.
Alerta también sobre los materiales didácticos, herederos aún con relativa frecuencia de la sociedad patriarcal.

Ver documento completo: Ameco Press

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